miércoles, 2 de marzo de 2011

Cuento Didáctico "Susanita La niña de los lentes" Preescolar, I CICLO

En esta oportunidad me permito compartirles un cuento hermoso sobre una niña que tenía que utilizar lentes y en su Colegio se burlaban de ella.
El cuento fue adaptado y lo he elaborado con imágenes chistosas, es efectivo para continuar trabajando la diversidad. Pronto estaré subiendo actividades relacionadas al mismo para trabajar la comprensión del cuento. Recuerden hacer comentarios!!


“Susanita la niña de los lentes”
Adaptado por Evelyn Fuentes
Había una escuela que albergaba muchos niños y niñas.
 Susanita era una niña lista y tímida. Pero como no veía muy bien, llevaba anteojos. Algunos de sus compañeros de clase se metían con ella y se burlaban de sus lentes de grandes cristales; sobre todo el insoportable de Luis, quien empezó a llamarla “Cuatro Ojos”, y como era un chico muy popular en la clase, todo el mundo terminó conociéndola por Susana “Cuatro Ojos”. Ella hacía como que no le importaba, pero realmente no le gustaba nada.
Cierto día en la escuela, hicieron una excursión para visitar unas cuevas muy famosas.
Todos caminaban en fila india, cuando Luis resbaló y metió el pie en un agujero. En su caída sólo pudo agarrarse de Susanita, que caminaba a su lado, y ambos resbalaron por un sendero hasta que fueron a parar a una gran caverna.
Estaba muy oscuro, y sólo se veía un rayito de luz procedente del techo de la caverna, donde se observaban algunas raíces y troncos que habían caído por aquella apertura.
Llamaron a gritos, pero nadie acudió.  Asustados y muertos de frío, pasaron una noche oscurísima dentro de la cueva.
A la mañana siguiente, seguían sin haberles encontrado, y sólo el pequeño rayo de luz les dejó ver algo. Luis aprovechó para gritar con más fuerza y tratar de buscar alguna salida, pero no consiguió nada en horas, y empezó a llorar y a sentir miedo. Susanita lo observaba, no parecía aquel chico que la insultaba.
Debía ser mediodía, porque entonces Susanita vio que el rayo entraba recto, directamente hasta el suelo. Rápidamente fue hacia él tomando uno de los troncos, y haciendo una lupa con sus anteojos, convirtió aquel rayito en una pequeña llama que encendió la antorcha.
Luis, sorprendidísimo y emocionado, tomó algunos troncos y juntos comenzaron a explorar la cueva. Tardaron algún tiempo y quemaron unos cuantos troncos, pero finalmente encontraron una salida.
Entre abrazos y gritos de alegría, Luis le dio mil gracias a Susanita. Él sabía que no le gustaba nada que le llamara "Cuatro Ojos", y ahora se arrepentía de haberla llamado así, sobre todo después de que gracias a aquellos lentes hubieran podido salir de allí...
Así que cuando por fin vieron a todos los que les buscaban, incluida la policía, y los periodistas les abordaron con preguntas, Luis se adelantó y dijo:
- ¡Qué suerte he tenido! ¡No podía tener mejor compañera de aventuras que Susanita Rayo Láser!
Así comenzó a contar la historia, y desde aquel día, no hubo ningún otro "cuatro ojos" en aquella escuela. Eso sí, no preguntes por los "Rayo Láser", porque son los más populares.

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